Es usual encontrar un sin número de compañías, donde la comunicación corporativa (ya sea exógena o endógena) es manejada como algo de baja complejidad y cuyo desarrollo la puede realizar cualquier profesional. Es más en algunos espacios, la comunicación es interpretada como algo que proviene de la creatividad espontánea.
Sin embargo en muchas ocasiones interpretar y focalizar la comunicación en las organizaciones como algo espontáneo lleva a generar errores y falencias no solo en el proceso comunicativo sino también en otras acciones corporativas. Lo anterior se presenta por falta de definición de objetivos concretos, la ausencia de un approach o enfoque estratégico, un análisis de causas y efectos sobre los mensajes y contenidos a transmitir, una observación sobre el target group, su relación con el brand conviction y una medición del impacto y recepción de la comunicación.
La comunicación es un proceso complejo
No se puede tomar una estrategia de comunicación como algo a la ligera, por el contrario es necesario realizar estrategia, no como una camisa de fuerza, para seguir una serie de fases estrictamente, sino como una hoja de ruta, donde se contemplen todas las variables, positivas y negativas inmersas en el proceso comunicativo.
En este sentido es necesario dentro de dicha estrategia definir un mapa de flujo organizado, con fases tácticas y acciones de implementación, objetivos y tiempos reales de desarrollo. Lo anterior no solo permitirá tener una comunicación más ordenada, secuencial y coherente, sino que ayudará a visibilizar con mayor claridad problemas del mensaje y oportunidades de mejora.
La clave: una estrategia transversal
Cualquier tipo de estrategia de comunicación dentro de una organización debe contemplar de forma importante, el contexto y el entorno donde se va a implementar. Se debe observar la situación de la empresa, si se trata de un momento de crisis, crecimiento o una etapa de fortalecimiento de marca. De igual forma observar qué otras campañas de comunicación están activas, cuáles se han desarrollado y cuáles se van a realizar, esto con el fin de generar una comunicación encadenada que permita la credibilidad y coherencia en el mensaje.
Proyección, prospectiva y sincronía
Acorde a lo anterior es importante generar estrategias pensando en un mediano y largo plazo. Por ejemplo, es una gran oportunidad alinear la planeación estratégica en comunicación con la planificación anual, para de esta forma sincronizar todos los procesos y como reiteradamente lo hemos dichos ser coherentes en el mensaje; la coherencia es uno de los principales factores para generar un impacto en los públicos receptores.
Si no hay medición no hay éxito
Si no se desarrolla una medición de la comunicación e información transmitida, todos los esfuerzos generados serán en vano. Es importante medir y analizar el impacto del mensaje para conocer la receptividad de los públicos, avanzar los próximos a seguir y determinar cosas tan importantes como el ROI (retorno de la inversión), el cual no solo podemos medir la efectividad dinero sino también nos permite visibilizar la productividad y el aprovechamiento positivo de nuestro equipo.